LA IMPORTANCIA DE LA GESTIÓN DE RIESGOS EN UN ENTORNO DE CRISIS PROLONGADA
La nueva ola europea del COVID, aunque de momento no tenga una incidencia elevada en España, pone en evidencia que la duración de esta crisis es incierta. Junto a ello se están produciendo eventos de riesgo de diferente intensidad que afectan o pueden afectar al futuro inmediato de las empresas. La recuperación en V que se ha manifestado en los mercados financieros no sabemos si tomarla como una alegría que nos confiera optimismo en el futuro o como un respiro pasajero que va a ser objeto de alta volatilidad. No es posible asistir a estas situaciones sin plantearse si estamos haciendo lo mejor para el futuro de nuestras empresas, de los puestos de trabajo de nuestros empleados, para la atención de nuestros proveedores y clientes.
Estamos ante una batería de riesgos que es necesario gestionar:
- La crisis de suministros con sus efectos de paralización de actividad en algunos sectores y los posibles impactos dominó que éstos tengan en otros.
- La incertidumbre sobre la salud económica de muchas empresas con las que estamos operando, en las que las prórrogas legalmente acordadas acerca de la obligación de presentación de concurso pueden estar dejando operar a empresas zombies que, cuando se terminen las prórrogas, puedan desencadenar una retahíla consecutiva de situaciones concursales.
- Los efectos perniciosos que se hayan podido producir, en el mismo sentido, por los ERTES y los créditos ICO, tan necesarios en la situación de crisis vivida, pero que pueden operar como pequeñas bombas de relojería
- Los riesgos geoestratégicos, con situaciones tan peligrosas como la inestabilidad en la frontera este de Europa (Polonia/Bielorrusia) o la inestabilidad en Asia (Afganistán) o en determinados países africanos.
- Los riesgos políticos internos, en los que partidos extremistas y nacionalistas condicionan las decisiones del gobierno, imponiendo políticas poco alentadoras de la recuperación económica.
- Los propios riesgos sanitarios que permanecen y rebrotan con implicaciones en cierres de actividad.
En un entorno así, la buena gobernanza de las empresas se convierte en una prioridad estratégica, y dentro de esa buena gobernanza la necesaria implantación de un adecuado sistema de gestión integral de los riesgos. Un procedimiento que identifique todos los riesgos que pueden afectar a la empresa, tanto internos como externos, que los mida adecuadamente y analice la capacidad de respuesta ante los mismos cuando se materialicen.
En SENEX CONSULTORES ayudamos a los empresarios (grandes, medianos y pequeños, con procedimientos adecuados a cada dimensión) a plantearse estas estrategias de gestión y análisis. Un riesgo identificado y medido es un riesgo cuya mejor solución puede ser preestablecida. La inmediatez en la respuesta sólo se puede producir por previsión o por suerte, y no es bueno confiar a la suerte el futuro de las empresas.