Cuando a un empresario le plantean la conveniencia de hacer una memoria de Sostenibilidad, la primera respuesta que le sale es: “No me interesa”. El sentido práctico del empresario, centrado en la producción, la comercialización y el pago de salarios y proveedores, deja fuera esta cuestión porque parece un “rollo de moda”, algo que ocupa tiempo y dinero sin resultados prácticos y, en el mejor de los casos, un “cuento de consultores”.

Realmente creo que, si se afronta una Memoria de Sostenibilidad sin un convencimiento mínimo, se corre el riesgo de acabar tirando el dinero, y eso es un lujo que ninguna empresa se puede permitir.

Por eso es importante explicar bien para qué puede servir una memoria de Sostenibilidad. Pero de una forma práctica, sistemática:

1. Ante la Administración Pública: 
   • Sirve para tener puntos en los procesos de contratación con las administraciones públicas.
   • Servirá (falta el desarrollo reglamentario) para tener beneficios e incentivos fiscales.
2. Ante los clientes grandes empresas:
   • Sirve para ser mejor valorados por aquellas empresas que ya están obligadas a hacer su memoria de información no financiera (es decir, su memoria de sostenibilidad); pues aportas valor a su cadena de valor.
   • Sirve para que no te “frían a cuestionarios”, pues con una sola Memoria atiendes a todos en lo que necesitan.
   • Sirve para que no te excluyan en sus procesos de selección.
3. Ante las entidades financieras:
   • Sirve para obtener una mejor puntuación en el “scoring” interno que hacen de sus clientes empresas, lo que al final redunda en la mejora del tipo de interés de las operaciones de financiación que te dan.
4. Ante los mercados internacionales:
   • Hay mercados internacionales en los que no podrás entrar sin determinados protocolos que están implícitos en la memoria de Sostenibilidad.
5. Ante los consumidores:
   • Una buena memoria de sostenibilidad, y una buena gestión de su comunicación, te situará mejor ante unos consumidores cada vez más exigentes.
6. Ante tus trabajadores:
   • Si tienes empleados jóvenes cualificados, sirve para retener el talento, pues las nuevas generaciones de jóvenes cualificados son exigentes con la calidad de la empresa en la que trabajan.
7. Ante tus propios intereses:
   • Un ejercicio bien hecho de elaboración de la memoria de sostenibilidad te reportará:
     1. ahorros, por el análisis de consumos energéticos que vas a realizar
     2. reducción de riesgos de sanciones, porque servirá para detectar riesgos sancionadores con la ayuda de todos tus trabajadores
     3. reducción de riesgos en general, porque un proceso de análisis de la “sostenibilidad” de la empresa exige una adecuada identificación de los riesgos que afronta la empresa.
8. Ante tus socios, si los tienes:
   • Porque el ejercicio bien realizado te permitirá identificar mejor sus intereses, y te ayudará a que valoren mejor la empresa en la que participan.

¿Merece la pena intentarlo al menos una vez? Ciertamente sí, y es recomendable hacerlo poco a poco, de una manera sencilla el primer año, mejorarlo en el siguiente, y acabar teniendo una sistemática casi automatizada que te permitirá elaborarla todos los años con un coste reducido.