PRIMEROS PASOS PARA HACER ACCESIBLE EL CAPITAL RIESGO A LOS PEQUEÑOS INVERSORES

PRIMEROS PASOS PARA HACER ACCESIBLE EL CAPITAL RIESGO A LOS PEQUEÑOS INVERSORES

He recibido con cierta alegría la noticia publicada por el diario Cinco Días en la que
se hacía eco del anteproyecto de ley según el cual el Ministerio de Asuntos
Económicos daría el visto bueno para rebajar el ticket mínimo para poder invertir
en capital riesgo desde los 100.000 euros actuales a 10.000 euros.
Se trata de un primer paso, aunque no suficiente, para eliminar de una vez por
todas esa bochornosa exclusividad que permite acceder a las grandes fortunas a
determinados productos dejando fuera de las mismas al pequeño inversor.
Hace bastante tiempo en otro post comenté el despropósito que supone primar
administrativamente (el proceso de emisión es menos farragosos ante la CVNMV) a
las empresas emisoras que sacan bonos al mercado con nominales unitarios de
100.000 euros.
A partir de esa normativa que buscaba “proteger” al particular tras la crisis de las
preferentes, desaparecieron las emisiones de renta fija privada con nominales de
1.000 euros, privando a ahorradores y pequeños inversores de adquirir bonos de
Telefónica, Iberdrola o Gas Natural con la excusa de que no entendían el producto.
¡Qué mejor fórmula de proteger a los pequeños inversores que no dejándoles
invertir!
Eso si, los Bonos del Estado mantuvieron los 1.000 euros de nominal unitario
porque ya se sabe que la mecánica de éstos es distinta a la de las emisiones de
renta fija privada (modo ironía)  por lo  que además de paso se eliminaba
competencia.
En Estados Unidos casi todas las emisiones de renta fija son de 2.000 dólares por lo
que una familia puede programar su jubilación completando su cartera de valores
con bonos de Microsoft, AT&T, Citi, General Motors, Apple o Coca Cola disfrutando
de posibles revalorizaciones de su precio y por supuesto de los intereses
devengados.
Me pueden decir que se puede invertir a través de fondos de inversión con
importes muy bajos, pero ¿por qué eliminar de la ecuación la inversión directa?
Volviendo al tema del capital riesgo, producto mucho más complejo, arriesgado e
ilíquido que un bono, la reducción de la inversión mínima es  un paso adelante
porque permitirá  a  algunos  inversores  minoristas acceder a un vehículo de
contrastado potencial de retorno y que además permite invertir en el capital de
empresas punteras de salud o tecnología sin tener que resignarse, con todos mis
respetos, a Grifols o Telefónica .
Y digo a algunos inversores porque muchos no pasarán el test de idoneidad que
determina si el producto es apto para ellos, test que no se necesitaba a la hora de
invertir en acciones de Santander, Repsol, Banco Popular o Abengoa.

El anteproyecto también señala que se establecerá un porcentaje máximo del total
del  patrimonio  financiero para invertir en  capital riesgo.  Soy el primero  que
aconsejo la  diversificación  a todos  mis clientes, cuanto más mejor, pero  esa
normativa será otro golpe a la libertad de elección del individuo,    cosa a la que
lamentablemente nos estamos acostumbrando.
Y por terminar, buscar asesoramiento  sale muy barato a la larga,  un  asesor
financiero puede ayudar a entender los productos por complejos que sean y a
realizar una buena planificación.
    

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Vicente Carpio García
Director del Área Financiera