MUJER, MAYOR DE 50 AÑOS Y EMPRENDEDORA

MUJER, MAYOR DE 50 AÑOS Y EMPRENDEDORA

Este artículo es un poco de mi “historia personal”, un pequeño texto en el comienzo de este blog que sirva para contar cómo y por qué estoy aquí.

Soy mujer. Tal vez esto no debería ni decirse, pero aunque no soy una “feminista al uso”, sí que defiendo con firmeza el papel que las mujeres jugamos en el mundo, en el que por desgracia, aun estamos discriminadas. Tengo la fortuna de vivir en una realidad social muy avanzada, la España del siglo XXI, con muchísimas ventajas frente a las terribles marginaciones y vejaciones que sufren las mujeres en otros países aun en este siglo. Pero, aun así, seguimos teniendo un trato diferencial, y no precisamente positivo. Por ello soy asociada de una asociación de mujeres profesionales y empresarias donde ponemos en común nuestros problemas y nuestros intereses.

Durante casi 30 años estuve trabajando como abogada asociada en “Carrau y Asociados” y luego como socia fundadora en “Carrau Corporación”, aprendiendo y contribuyendo algo con mi impronta al estilo de esta saga familiar a la que pertenezco también por matrimonio. Eso deja huella, pues no en vano la saga familiar Carrau se remonta a 1881 y actualmente los sucesores del fundador Don José María Carrau y Juan desarrollan su profesión en hasta 6 distintos despachos en la ciudad de Valencia. Soy por tanto veterana en la abogacía, y con aun muchos años por delante para aportar valor y experiencia a nuestros clientes. Por mis venas corría desde siempre la sangre jurídica fruto de la dedicación a la Justicia de mi padre, a la que sirvió durante 49 años, que no es poco.

Hace un año, decidí salir de Carrau Corporación, una sociedad que se creó en 2001 entre una parte de la familia Carrau y otros socios de diversa procedencia, y en la que hoy sólo queda el apellido en la marca, pues todos los integrantes de la familia se fueron saliendo de allí. Fue el momento de decidir afrontar un nuevo reto, un reto propio que asumí liderar, aunque con la colaboración de mi marido, Rafael Carrau, y de su socio, Vicente Carpio, y la sociedad que éstos tienen, FINEST PORTFOLIO IDEAS, de la cual cogemos el logo del buho, aunque con el color granate propio de la abogacía. Con esta acción de emprendimiento, también respondo a otra tradición familiar, la de mi familia materna, que ha desarrollado empresas en los sectores textil, de la construcción, y otros.

Por lo tanto, mujer, de más de 50 años y emprendedora. Pero sobre todo profesional de la abogacía, una vocación que descubrí tras haber abandonado las oposiciones a la judicatura, a la que de pequeña siempre pensaba que me iba a dedicar. Profesión que me ha llenado de satisfacciones y también de momentos difíciles, pero que ha ido conformando una forma de pensar y de ser con la que espero seguir ayudando a mis clientes en todo lo que pueda surgir.