Cada vez se ven en más páginas web de empresas menciones y referencias a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (los ODS), aprobados por la ONU. Se trata de una lista de 17 objetivos que, a su vez, se subdividen en una serie de Metas. Se invita a las empresas a que reflexionen cómo su actividad puede contribuir a la realización de una parte de dichos objetivos, incluyéndolos en sus planes estratégicos y adoptando acciones para su logro.

No es una acción puramente humanitaria. Se trata de incorporar objetivos que ayuden a que la empresa sea sostenible, porque si todas las empresas lo fuesen, el mundo lo sería aun más. La sostenibilidad del todo se fortalece con la sostenibilidad de las partes, y en un mundo globalizado (tremenda redundancia de conceptos), cada aleteo de un insecto provoca vientos en el otro extremo del globo como explica el llamado “efecto mariposa”.

Por ello uno de los propios objetivos ODS es el Objetivo 8: “Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos”, y entre las Metas de éste se incluye: “8.3  Promover políticas orientadas al desarrollo que apoyen las actividades productivas, la creación de puestos de trabajo decentes, el emprendimiento, la creatividad y la innovación, y fomentar la formalización y el crecimiento de las microempresas y las pequeñas y medianas empresas, incluso mediante el acceso a servicios financieros.”

Dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el medio ambiente juega un papel fundamental, apareciendo de distintas formas en los Objetivos 6, 7, 11, 12, 13, 14 y 15. Y ello es porque la reflexión sobre la necesidad de un mundo sostenible nace de la consciencia científica acerca de que el camino que está llevando el mundo podría llegar a ser autodestructivo.

De ahí la importancia que las empresas pueden y deben jugar en la sostenibilidad mundial. Las empresas son el motor de la economía y de la acción del hombre sobre el mundo, pueden ser las mayores generadoras de destrucción por contaminación y al mismo tiempo las mayores generadoras de medidas medioambientales positivas.

En SENEX JURÍDICO Y FINANCIERO ayudamos en el planteamiento de los Objetivos de Sostenibilidad, en la definición de las herramientas jurídicas para ello, en la gestión jurídica de las cuestiones medioambientales de la empresa. Las empresas necesitan moverse en un mundo en el que el factor medioambiental va a ser parte inseparable de su reputación en el mercado, ante proveedores, clientes y consumidores en general, y ante la propia Administración Pública. Contamos con especialistas diplomados en derecho ambiental que ayudarán a nuestros clientes en las cuestiones, incidencias y proyectos que puedan surgir.